Efectos sobre la salud
- Partículas (PM10, PM2,5):
Las partículas en suspensión varían en tamaño, composición y origen. Se perciben con relativa facilidad, ya que disminuye la visibilidad, alterando las propiedades ópticas del entorno.
Efectos sobre la salud:
El sistema respiratorio humano se encarga por medio de filtros (mucosas de la nariz) de eliminar las partículas más grandes; las más pequeñas, sin embargo, tienen una capacidad de penetración mucho mayor, y su adherencia en bronquios y pulmones puede causar problemas respiratorios, como asma, bronquitis, y dependiendo de su composición e interacción con otros factores, pueden causar a medio y largo plazo, cáncer de pulmón.
Las fracciones que se estudian son las denominadas PM10 (diámetro inferior a 10 micras) y PM2,5 (diámetro inferior a 2.5 micras)
Sobre la vegetación:
Alteran la respiración de las plantas y la acción fotosintética, provocando un menor crecimiento en la vegetación y manchas sobre las hojas.
En ocasiones, como medida correctora de una actividad industrial generadora de gran cantidad de partículas se utilizan barreras de vegetación que ejercen como pantallas que retienen las partículas impidiendo su dispersión. Estos árboles resultan dañados, ya que actúan como filtro.
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Sobre los materiales:
Pueden producir corrosión, aunque este efecto está relacionado con la composición de las partículas.
Si existen grandes concentraciones de partículas en el aire pueden llegar a modificar incluso el clima de la zona, ya que ejercen de barrera frente a la radiación solar, lo que puede afectar al albedo terrestre.
- Compuestos de azufre (SO2, SO3, SH2, H2SO4):
Se pueden formar dos óxidos de azufre: dióxido (SO2) y trióxido de azufre (SO3), son gases incoloros, teniendo el SO2 olor acre e irritante. Se producen siempre que haya una combustión de combustibles fósiles sólidos o líquidos; el tiempo de residencia del SO2 en la atmósfera suele ser bajo, reacciona con facilidad, oxidándose o formando H2SO4 o sulfatos. Se puede producir la deposición seca o húmeda (lluvia ácida)
El SH2 es un gas incoloro y con un característico olor a huevos podridos, por lo que es fácilmente detectable a bajas concentraciones. Con un tiempo relativamente largo de exposición se reduce la sensibilidad olfativa a este compuesto.
Sobre la salud:
El SO2 es un gas irritante cuando es inhalado, siendo la población asmática un grupo especialmente susceptible de acusar sus efectos sobre el organismo. Actúa directamente sobre las vías respiratorias altas (nariz, garganta bronquios), y es más perjudicial si es inhalado durante el ejercicio físico. Sus efectos pueden ser observados con un tiempo de exposición muy corto (10 minutos) y pueden ser dificultades en la respiración, tos, irritación en los ojos. Una exposición a largo plazo al SO2 gas y a partículas pequeñas de sulfatos (SO42) son relacionadas con un incremento en la mortalidad por cáncer de pulmón y desarrollo de asma y obstrucción cardio-pulmonar.
El SH2 en exposiciones agudas (gran concentración en un corto espacio de tiempo) puede causar síntomas derivados de una intoxicación.
En concentraciones entorno a los 15 mg/m3 puede causar irritación en los ojos, en torno a los 70 mg/m3 el daño a los ojos puede ser irreversible. Cuando se alcanzan concentraciones de 225 mg/m3 se paraliza la percepción olfativa, de tal manera que no podemos utilizar el olfato como indicador de la concentración de este compuesto. En torno a 400 mg/m3 existe el riesgo de sufrir edema pulmonar y sobre 750 mg/m3 sobreestimula el sistema nervioso central causando respiración inconstante, pérdida del conocimiento y convulsiones. A concentraciones de 1400 mg/m3 es letal.
En exposiciones crónicas se observaron también efectos adversos, como son fatiga, dolores de cabeza, mareos, pérdida de memoria, ansiedad e irritación en los ojos.
Sobre la vegetación:
Afectan al crecimiento de las plantas y al ser causantes de la lluvia ácida, se produce necrosis en partes aéreas y acidificación de aguas corrientes y de suelos.
Sobre los materiales:
Se observan manchas amarillas y mucha corrosión, sobre todo debido a la formación de lluvia ácida (H2SO4).
- Compuestos de nitrógeno (NOx; NO2, NO, HNO3):
Son causantes de problemas respiratorios y los niños que se vean expuestos pueden tener más probabilidad de contraer enfermedades respiratorias cuando sean adultos.
El NO2 es un gas de color amarillento, y junto con el NO suele estar muy ligado al O3, produciéndose reacciones fotoquímicas entre ellos, y se puede generar el llamado smog fotoquímico, una niebla de pH muy ácido que se produce cuando hay emisiones en una zona en que las condiciones meteorológicas no favorecen la ventilación, y que puede causar graves problemas respiratorios.
Otro posible problema es la lluvia ácida formada con la combinación de H2O y NOx, formando HNO3, ácido nítrico.
- Óxidos de carbono:
Tenemos dos compuestos dentro de este grupo: CO2 y CO. El primero es inocuo para la salud humana, es uno de los gases causantes del efecto invernadero; sin embargo, el CO puede causar la muerte al ser inhalado.
¿Cómo actúa el CO?
El CO es un gas incoloro, insípido e inodoro. Al ser inhalado, penetra al torrente sanguíneo uniéndose allí a la hemoglobina, proteína encargada de transportar el oxígeno. Esta unión es muy fuerte, formándose la carboxihemoglobina, si los niveles de CO se mantienen y no se renueva el aire, llega un momento en el que se satura la hemoglobina de la sangre con moléculas de CO, impidiendo que el oxigeno se una a la hemoglobina, y por lo tanto, que sea transportado, con lo que se produce la muerte por asfixia.
En el caso de que la exposición sea a bajos niveles de concentración pero en tiempo prolongado, los efectos negativos pueden aparecer en el corazón, el cerebro y en el sistema nervioso central. Los grupos de población más expuestos al CO son los que realizan oficios con calderas, los trabajadores en la calle, por el CO emitido por los automóviles y los fumadores.
- Ozono:
El ozono (O3), tal y como ya se ha señalado, es un gas invisible e incoloro, altamente corrosivo e irritante, componente natural de la estratosfera, en la que desempeña un efecto filtrante de la radiación ultravioleta muy positivo. Sin embargo, es un contaminante en la troposfera.
El ozono es el oxidante fotoquímico más importante en la troposfera; es un contaminante secundario, ya que se forma por reacción entre otros gases contaminantes (óxidos de nitrógeno (NOx) y compuestos orgánicos volátiles (COVs)) con la participación de la radiación solar. Hay, no obstante, una cierta presencia natural de ozono troposférico, debido fundamentalmente a intrusiones del ozono estratosférico y al nivel de fondo ocasionado por la reacción de los óxidos de nitrógeno naturales y determinados compuestos de origen vegetal.
Suele ser más abundante en zonas suburbanas y rurales apareciendo en menores concentraciones en zonas urbanas, ya que si bien en éstas se encuentran a mayor concentración los precursores, el ozono sufre un proceso cíclico de formación-destrucción por el NO2 y el NO, respectivamente.
Por otro lado, el O3 es considerado un problema de contaminación transfronteriza, ya que se desplaza a largas distancias desde los focos contaminantes.
Efectos sobre la salud:
Estudios epidemiológicos han mostrado efectos de exposiciones en un periodo de tiempo corto y exposiciones a largo plazo. Esos efectos se traducen en problemas respiratorios, como asma, irritación en la garganta y problemas en la funcionalidad de los pulmones. Estos efectos se observan sobre todo en los grupos vulnerables de la población, como son los niños y ancianos, pero a altas concentraciones y tiempos de exposición elevados los efectos aparecen en todos los grupos.
- Metales pesados:
Su principal problema es la acumulación en tejidos de seres vivos, especialmente en la grasa.
- Hidrocarburos - Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs)
Los hidrocarburos son aquellas especies químicas formadas por átomos de carbono e hidrógeno principalmente, también puede aparecer en sus moléculas halógenos, oxígeno, azufre, fósforo, silicio o nitrógeno.
Los Compuestos Orgánicos Volátiles están formados por los hidrocarburos volátiles (hidrocarburos alifáticos, aromáticos e hidrocarburos clorados; aldehídos, cetonas, éteres, ácidos y alcoholes) y son especies altamente reactivas, que pueden formar oxidantes fotoquímicos cuando reaccionan en presencia de luz solar, pudiendo formar ozono en la troposfera. A su vez, el etileno al combinarse con los NOX produce nitrato de peroxiacetil (PAN) y O3. Todo ello, mezclado con una situación de alta estabilidad atmosférica da lugar al smog fotoquímico, una niebla ácida altamente contaminante que puede ocasionar graves episodios de intoxicaciones respiratorias.
El más abundante es el metano (CH4), que es inerte en la troposfera, así que no incide de manera directa en la salud humana, pero contribuye al cambio climático.
El grupo más peligroso es el formado por hidrocarburos aromáticos, como el benceno (C6H6), éste es producido por las emisiones de vehículos, en el refino del petróleo, la industria petroquímica y en la industria de goma sintética. Se ha demostrado que es mutagénico y carcinogénico.
Los oxidantes fotoquímicos producen necrosis en plantas, menor crecimiento y producción y, en el hombre y otros animales, cefaleas, irritación del aparato respiratorio y otros daños.
Otros compuestos peligrosos son por ejemplo, acetaldehído, butadieno, formaldehído, benzopireno.